Lelien Lelien

‘Espacio piloto WELL UPV’, el aula saludable, inclusiva y sostenible de la UPV que cuida de alumnos y docentes

La Universitat Politècnica de València (UPV) ha inaugurado el ‘Espacio piloto WELL UPV’, un aula pionera ubicada en su Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSIAMN). Diseñada siguiendo algunos de los principios del estándar internacional WELL Building, el aula piloto ayuda a mejorar la experiencia de aprendizaje gracias al diseño.

El espacio ha sido concebido por el estudio CU4 arquitectura, con la colaboración del Laboratorio de Neuroarquitectura de la UPV y la empresa de mobiliario Actiu, y promueve la salud física y emocional de alumnos y docentes aplicando principios de la acreditación WELL, que certifica el nivel de bienestar en los espacios construidos.

Este Espacio Piloto WELL UPV se ha diseñado a partir de criterios científicos que relacionan el entorno físico con el funcionamiento de los distintos sistemas del cuerpo humano —como el sistema nervioso, endocrino y cardiovascular—, con el objetivo de optimizar el rendimiento y el confort del alumnado.

Entre sus características más destacadas, esta aula del futuro —ya presente— de la UPV emula los cambios naturales de la luz solar para mantener los ritmos biológicos y mejorar la concentración y el descanso. Al mimetizar el ciclo circadiano natural, adapta la intensidad y el espectro de la luz a lo largo del día, con el objetivo de garantizar el bienestar. Se trata de una colaboración con la empresa de iluminación Simon, especializada en este tipo de tecnología lumínica. Además, acústicamente, se han reducido los tiempos de reverberación mediante materiales fonoabsorbentes, favoreciendo el confort acústico, minimizando el estrés por el ruido y mejorando la inteligibilidad del habla en su interior.

El Espacio piloto WELL UPV incorpora también materiales saludables, con bajos niveles de compuestos orgánicos volátiles (COV), que garantizan una mejor calidad del aire.

En términos de bienestar físico, el aula incluye mobiliario activo de Actiu que permite alternar entre estar sentado y de pie, lo que favorece la movilidad, combate el sedentarismo y mejora la salud muscular y cardiovascular. Gracias a la versatilidad de sus elementos, el espacio se configura como un entorno polivalente y colaborativo, adaptable a usos docentes, sociales y expositivos: desde clases más convencionales hasta dinámicas de trabajo por proyectos, sesiones de coworking, conferencias y eventos.

Más allá de su función educativa, el aula actúa como una herramienta activa de aprendizaje que impulsa nuevas formas de educar basadas en la colaboración y fomenta relaciones más horizontales entre las personas. El mobiliario, como componente esencial del diseño, se convierte así en uno de los principales motores de cambio, facilitando nuevas experiencias educativas.

El diseño incorpora, además, principios de biofilia, dado que integra elementos naturales que fomentan el bienestar psicológico y la conexión con la naturaleza. Este espacio ejemplifica cómo el entorno construido puede contribuir al cuidado integral de las personas. El proyecto ha implicado la colaboración con la empresa Greenarea, una marca valenciana que trabaja desde 2011 para conectar naturaleza y diseño en decoraciones vegetales preservadas únicas. También ha participado la empresa Simón, líder en material eléctrico y referente en diseño.

Un proceso participativo y medido

La creación de esta aula pionera en el contexto universitario español abarcó desde una evaluación inicial del espacio y de las necesidades del alumnado y profesorado, hasta la monitorización posterior de resultados. Es fruto del trabajo conjunto entre los vicerrectorados de Desarrollo Sostenible de los Campus y de Infraestructuras y Coordinación de los Campus de la UPV, el Laboratorio de Neuroarquitectura del Instituto HumanTech de la UPV, el estudio CU4 arquitectura y la empresa Actiu, encargada del equipamiento.

“Aulas como esta que inauguramos hoy contribuirán a mejorar todo el proceso educativo y ayudarán tanto al aprendizaje del alumnado como a la docencia de nuestro profesorado. Con el Espacio piloto WELL UPV damos un paso más para construir aulas más humanas, saludables y adaptadas a los desafíos actuales y futuros”, ha destacado José E. Capilla, rector de la UPV, durante la inauguración del espacio..

La arquitecta de CU4 arquitectura y especialista en el sello WELL, Anna Ferrer, sostuvo: “Este proyecto ha supuesto un cambio de paradigma en nuestra manera de diseñar. Aplicando los procedimientos de la neuroarquitectura, comenzamos analizando científicamente cómo afecta el espacio al bienestar de las personas, midiendo variables tanto del entorno como de la experiencia de quienes lo habitan. A partir de estos datos, desarrollamos soluciones arquitectónicas a medida, dando lugar a un proyecto coherente con las necesidades detectadas”.

“Tras la intervención, iniciamos ahora una nueva fase de medición para evaluar el impacto real del espacio en el bienestar físico y emocional. En este sentido, el aula no solo es un entorno transformado, sino una herramienta activa de aprendizaje y un ejemplo de cómo la arquitectura, cuando se fundamenta en la evidencia, puede mejorar la vida de las personas”, remarcó.

Para la directora del Laboratorio de Neuroarquitectura de la UPV, Carmen Llinares, “el nuevo diseño del aula responde a un proceso participativo en el que los usuarios definieron la distribución y el mobiliario según sus necesidades docentes. Antes de la intervención, se evaluaron, mediante técnicas psicológicas y neurofisiológicas, procesos como la atención, la memoria y la creatividad. Las mediciones posteriores se realizarán cuando el aula entre en uso, aunque ya se ha observado una mejora en la percepción de bienestar”.

La consejera y responsable de Reputación de Marca de Actiu, Soledat Berbegal, subrayó: “Este proyecto marca un hito para la UPV: es, con toda seguridad, el aula más saludable, inclusiva y sostenible posible. Hemos diseñado un entorno que no solo cuida del cuerpo y la mente, sino que potencia el talento. Un espacio donde alumno y profesor son compañeros de viaje, donde se fomenta la creatividad, el pensamiento crítico y la innovación. Queríamos que los estudiantes encontraran aquí las condiciones para ser su mejor versión, sin tensiones ni bloqueos, en un ambiente que impulsa lo mejor de cada uno”.

“Este aula es solo el principio. Es un proyecto piloto, pero representa una nueva manera de hacer, de aprender y de colaborar. Es un modelo aplicable a otros espacios de la universidad y una fuente de inspiración para muchos proyectos educativos. Porque, cuando el entorno está bien diseñado, no solo mejora el aprendizaje: transforma la experiencia educativa por completo”, apostilló.

Una pieza de arte salvada del olvido

El nuevo espacio también incorpora un elemento patrimonial de gran valor emocional y simbólico: un mural cerámico histórico, restaurado y trasladado desde el antiguo campus de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Agronòmica i del Medi Natural (ETSIAMN) del campus de Blasco Ibáñez (Valencia).

Esta obra de gran formato, realizada en técnica de socarrat con partes esmaltadas, representa una alegoría de los cultivos a lo largo de las estaciones del año y fue originalmente parte del edificio de la antigua Escuela Técnica Superior del Medio Rural y Enología. Firmado por Cillero, y con una posible autoría compartida con Javier Clavo, este mural ha sido cuidadosamente restaurado e instalado gracias a un trabajo multidisciplinar coordinado por la EAMN-UPV, el Área de Fondo de Arte y Patrimonio, el Taller de Conservación de la UPV y la empresa Magnificart. Su presencia en el aula enriquece el entorno desde el punto de vista estético y cultural y fortalece el vínculo emocional con el espacio, en línea con el bienestar integrador.

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